Yo me atreví

Podríamos escribir un gran listado con todos nuestros fracasos. Pero también podríamos escribir sobre los hechos a los que sí nos atrevimos. No sabemos por qué, pero hay algo que siempre estuvo, y que siempre estará delante de nosotros abriéndonos camino; nuestros sueños.

Cada vez que tengamos un sueño nos vamos a meter en situaciones de conflicto, pero no hay que olvidar que la vida es un libro que se escribe con acciones, no con palabras, ni mucho menos con deseos. 

La vida, la vida está marcada por hechos, y no por intentos. Por eso hay que estar dispuesto a luchar sin claudicar. No siempre hay que querer ser el protagonista de la película, a veces hay que saber estar a la sombra. No por eso califiquemos nuestra vida antes de estar en la tumba, ya que hasta antes de eso, nuestra historia no ha terminado. Para ello deberíamos aprender a disfrutar en la adversidad, y darnos cuenta que la adversidad tiene el gran don de despertarnos ciertos talentos que en la comodidad habrían permanecido dormidos.

Disfrutemos! Disfrutemos de los retos y las tormentas, ya que aquello que no nos reta no nos cambia. Mejor dejar de echar de menos lo que teníamos, y usar lo que tenemos. Crecer, afilar la mente y hacer sonar las trompetas para una nueva batalla. Mejor equivocarnos por atrevidos y no por precavidos. Mejor que valga el riesgo, y no la pena. Mejor vivir un día como héroe, que 1000 años como cobarde. Mejor ser incapaces de dar nuestra palabra, a romper una sola. Mejor elevar nuestros estándares al máximo, evitando perder el tiempo y profundizar nuestras relaciones con gente o cosas que no merecen la pena. Porque si nos juntamos con aquellos que no saben su propósito, seguramente será porque nosotros tampoco lo sabemos. Así que: ¡O nos bajamos del barco, o se bajan ellos!

Que no nos importe el qué dirán, sino el qué diremos nosotros mismos. Pues en esta vida, nuestra sociedad siempre va a querernos tal y como no somos. Y aunque todo salga mal, valdrá la pena haber vivido, medianamente como nosotros hemos querido.